El espíritu de esta breve serie, sugiere un Diálogo libre para contemplar la Naturaleza a través de la pintura. Transfigurar la luz, piedras, insectos, ríos, hojas, tierra, montañas, cerros, paisajes, en: color, materia, forma, atmósfera, texturas; nubes que se hacen y deshacen entre transparencias. Abstracción y figuración coinciden en espacios que forman capas de materia, veladuras recortadas en papel, esgrafiados que simulan los surcos en la tierra. En estos momentos de confinamiento y apartados de la Naturaleza, hago un ejercicio de reconstrucción de los paisajes naturales que continuán transformándose sin nuestra presencia. Establezco un nuevo diálogo con la naturaleza a manera de reconciliación, para que me permita volver a habitarla y respirarla. Reconozco que no busco nada ni a nadie, que todo sigue allí y que formo parte de ello, e invito, en medio de esta pandemia, a observar y habitar los espacios naturales desde otra mirada, y también, desde otra conciencia.
(Esmeralda Torres)